La urbanización marbellí La Zagaleta es el refugio de empresarios y políticos internacionales

Una casa allí puede costar hasta 30 millones

Se rumoreó que Putin tenía una y que no se había admitido a Julio Iglesias

A la urbanización La Zagaleta los adjetivos “lujoso”, “exclusivo” y “caro” se le quedan irremediablemente cortos. El residencial, ubicado en Benahavís (Málaga), al norte de Marbella, se ha convertido en el refugio de descanso de grandes fortunas anónimas, y, sobre todo, discretas; de esas que mueven los hilos del mundo mientras los focos apuntan en otra dirección. Banqueros, empresarios y ejecutivos, en su mayoría británicos y alemanes, aunque también suizos, nórdicos, árabes y españoles, disfrutan de alguna de las 240 mansiones enclavadas en las 846 hectáreas de la finca.

La discreción más absoluta rodea una urbanización situada a media ladera con vistas al mar y a Gibraltar y cuya vivienda más cara cuesta 30 millones de euros, con un precio medio de ocho millones. Las condiciones financieras para acceder al paraíso para millonarios son estrictas: la sociedad exige que el aspirante tenga un patrimonio diez veces superior al de la vivienda que adquiere.

Sin embargo, el dinero no abre todas las puertas. Los propietarios de casas en La Zagaleta buscan garantizarse la privacidad y tienden a rechazar a vecinos que atraigan el interés público. “En realidad, tampoco recibimos solicitudes de gente famosa. A los famosos tipo Hollywood que podrían permitirse tener una casa aquí no les interesa demasiado un sitio tan alejado de la exposición pública”, afirma el portavoz del complejo. Tal es el celo que ponen sus propietarios en su intimidad que el residencial prohibió la entrada al coche de Google Maps. “Aquí no entra ni una cámara de fotos o de televisión. Estamos blindados por tierra y aire”, cuenta el representante.

El enorme secretismo que rodea a los moradores de La Zagaleta hace que periódicamente surjan leyendas en torno a la urbanización. Una de las primeras fue que el cantante Julio Iglesias fue rechazado por la comunidad de propietarios. El portavoz del complejo refuta esta teoría: “Julio Iglesias miró propiedades por la Costa del Sol, pero por aquí ni ha venido a ver casas ni ha hecho una oferta”.

Últimamente también se ha especulado en diferentes medios con la presencia en La Zagaleta del presidente ruso, Vladimir Putin. El pasado octubre, el diario británico Daily Mail informó de que Putin había adquirido una parcela para levantar una mansión de 15 millones de libras (18,5 millones de euros). Otra leyenda. El portavoz de La Zagaleta niega “rotundamente” que Putin o algún emisario suyo se haya interesado por la urbanización.

Lo que sí es cierto es que el complejo ha interesado a relevantes políticos rusos. Uno de los propietario es el exalcalde de Moscú Yuri Luzhkov, que cultiva en su mansión árboles frutales y colmenas. Luzhkov, casado con una de las mujeres más ricas de Rusia, acude a descansar a La Zagaleta tres veces al año. Entre sus vecinos figuran un expresidente de Nestlé, el expresidente de Dragados Santiago Foncillas o lord Stanley Fink, tesorero del Partido Conservador británico.

El presidente de la Federación Andaluza de Urbanizadores y Turismo Residencial, Ricardo Arranz, ha señalado que la llegada de inversores rusos a la Costa del Sol incidirá de manera positiva en el sector inmobiliario, para el que augura nuevas promociones en la zona. Arranz considera que el mercado ruso está en auge, por lo que se debe fomentar la alianza con ese país para impulsar el sector inmobiliario en el denominado Triángulo de Oro —Marbella, Estepona y Benahavís—, lo cual puede ser “el inicio de diferentes negocios”.

La mayoría de las viviendas disponibles están en manos de los bancos, según Arranz, y la reserva existente no es “preocupante”, ya que los escándalos que han sacudido a la zona provocaron un “parón” en Marbella y en los municipios de su entorno, por lo que “no se ha construido de una forma desaforada”. En su opinión, cuando esta reserva de viviendas empiece a moverse, la tendencia será empezar a hacer “nuevos productos o nuevas promociones”.

Para fomentar alianzas con este mercado emergente, el Villa Padierna Hotels & Resort, propiedad de Arranz, ha cedido de manera gratuita un suelo de su propiedad, de 700 metros cuadrados, para la construcción de una iglesia ortodoxa en Benahavís, que será la primera de estas características en la zona. Arranz ha dicho que con esta iniciativa pretende crear sinergias que desarrollen el mercado ruso en España y en el Triángulo de Oro.

El destinatario de la donación ha sido la Russian House Imperial Foundation, que deberá obtener la autorización de la Patriarquía para desarrollar el proyecto, a la que deberá ceder la iglesia una vez que esté terminada. El templo contará con una inversión de entre 4 y 6 millones y se construirá en un terreno cuya calificación es de “uso comercial”. Arranz insistió en que la finalidad es “hacer alianzas” que les den “viabilidad para integrarnos” y acercarse a este mercado emergente como es el ruso —al que añadió el chino y el nórdico—, tanto a posibles negocios como a actividades culturales.

El sector público tampoco quiere quedarse atrás, y el Ayuntamiento de Marbella ha aprobado admitir a trámite la solicitud realizada por la Fundación Iniciativa Ortodoxa para la instalación de una iglesia ortodoxa rusa.